Matilde Moya, vecina de Alhendín, es la persona que se encuentra al frente del estanco de la Plaza de España , el único de Alhendín.
Se trata de un negocio familiar, que siendo una concesión por subasta pública, comenzó con los abuelos de Matilde, pasó a sus padres y ahora lo lleva ella junto con sus dos hijos. Se podría decir que lleva toda la vida viviendo del mismo negocio.
No han necesitado ningún tipo de formación específica. Su hijo nos comenta: “Aunque hay cursos de márketing y demás, no son necesarios. La formación y la experiencia se adquiere con el día a día“.
Como principal característica de su negocio destaca que “es único en Alhendín”, lo cual no deja lugar a comparativas.
Legalmente, al tratarse de una concesión pública, no pueden recomendar ningún producto a sus clientes, ni hacer campañas de publicidad.
Casi la totalidad de sus clientes son del pueblo, salvo algún forastero que esté de paso.
Lo más vendido es la cajetilla de tabaco, aunque hace algún tiempo, con la crisis, hubo un repunte en la venta de tabaco de liar, que hoy por hoy vuelve a descender.
Ya para terminar, cuando le pedimos que nos cuente alguna anécdota, nos dice que realmente no tiene nada interesante y algunas no son muy agradables. “Realmente la relación que se establece con el cliente es muy corta”.